miércoles, 29 de agosto de 2012

Planeación - Del caos total al exceso de planeación


Del caos total al exceso de planeación

Aunque no lo parezca ambos extremos son perversos y lo puede ser aún más el exceso de planeación.

Cuando terminé mis estudios universitarios y obtuve mi primer empleo como desarrollador sufrí en carne propia las consecuencias de no planear (Aunque pensándolo bien aún planeando hubiese sufrido igual por el exceso de incompetencia del que gozaba en aquella época).

Cada semana observaba como las personas de otras áreas (Excepto los de desarrollo [ :-( ]) planeaban juiciosamente lo que habrían de ejecutar durante los 5 días laborales y dedicaban aproximadamente 4 horas a ésta labor. Mientras tanto yo no entendía el por qué lo hacían y lo consideraba una pérdida de tiempo.

Durante la jornada laboral yo me la pasaba implementando requerimientos, apagando incendios, trabajando horas extra para tratar de cumplir y solucionando BUGs (Mi trabajo carecía por completo de calidad) en el tiempo extra, al extra que ya de costumbre trabajaba. 

Como ven mi vida laboral era un caos y llegué hasta el punto de odiar mi trabajo porque además de ser consciente de todos los problemas que tenía gozaba de un director al que hoy considero el gran salvador que me sacó de la miseria. Ésta persona no dudaba un instante en mostrarte lo malo que era, la ausencia de calidad en todos los productos que entregaba y las metas que jamás cumplía aún trabajando tiempos extra.

Con cada regaño de mi director trataba de mejorar un poco hasta el punto de llegar al otro extremo. El extremo del exceso de planeación.  Con el tiempo me volví una persona absolutamente perfeccionista, no tolero los retrasos en los planes que establezco y procuro por entregar con la mayor calidad. ¡Llegué al lado oscuro y todo los días lucho por salir de allí!.

Todo en extremo es malo y aunque el exceso de planeación me garantizaba no sobre esforzarme, el costo era muy alto porque el perfeccionismo castiga constantemente. En mi caso el problema se manifestaba física y mentalmente de varias formas:
  • Llegué al punto de planear incluso mi vida personal (¡Jamás cometan ese error!).
  • Intolerancia a los errores que cometían mis compañeros de equipo y cuando yo los cometía trataba de justificarme culpando a los demás porque sentía que no me podía dar el lujo de equivocarme (!Una absoluta incapacidad para trabajar en equipo!).
  • Solo me sentía tranquilo en el trabajo si tenía un plan que me permitiera saber si podría cumplir la meta. Esto por ende impedía que fuera eficiente actuando en el caos y ante los imprevistos. ¡La vida es caos y cambio!.
  • No disfrutaba plenamente mi trabajo porque constantemente creía no cumplir con la meta y me desenfocaba del momento presente.
  • No disfrutaba cuando lograba una meta, incluso si lo hacía en el tiempo previsto y con la calidad esperada, porque invertía tanto tiempo planeado que me sentía defraudado al lograr el objetivo con un plan modificado en el camino o simplemente sin el plan como base.
Llegué nuevamente a un punto en el que me sentía exitoso profesionalmente pero lamentablemente no era feliz. Como ven en el primer extremo me sentía fracasado profesionalmente, en el otro extremo me sentía exitoso profesionalmente, pero el común denominador era: No disfrutaba plenamente cada cosa que hacía. Steve Jobs decía: "Todas las mañanas al levantarme me pregunto. Si hoy fuera mi último día de vida. ¿Haría lo que voy a hacer hoy?. Y si la respuesta era no durante varios días consecutivos entonces debía cambiar algo en mi estilo de vida".

La felicidad es un camino no un fin. Cada día debemos preguntarnos lo mismo. Si no disfrutamos cada cosa que hacemos entonces literalmente estamos perdiendo el tiempo. 

Hoy soy consciente de que planear en exceso no es sano, así como tampoco lo es el no planear. Como todo en la vida debe existir un equilibrio.

Los planes deben ser flexibles, los planes deben ser construidos para cambiar, la vida es cambio continuo y nuestros planes giran en torno a materia viva, las personas están vivas. No podemos pretender que las cosas no cambien. Lo importante de un plan no es el plan en sí mismo, lo verdaderamente importante es que con él tengo trazado un camino por el cual guiarme para conseguir una meta. Por el hecho de conocer el camino no puedo garantizar que no voy a encontrar obstáculos que lo puedan modificar. 

Los detalles matan grandes ideas pero no tenerlos en cuenta mata grandes empresas. !Busquemos el equilibrio!. John Lennon dijo "La vida es aquello que pasa mientras planeamos". Nos desperdiciemos nuestra vida.






martes, 21 de agosto de 2012

Gerencia - El poder del ¿por que?

EL PODER DEL ¿POR QUE?

Hace algún tiempo escuché una conferencia en TED de simon sinek llamada "How great leaders inspire action". En ésta conferencia el expositor básicamente dice que los buenos líderes no imponen sino que inspiran a través del ¿Por que?.

Cuando era un niño siempre me preguntaba por que mis padres me imponían ciertas actividades como ir a misa, arreglar la casa, hacer las tareas de la escuela, entre un si-numero de cosas mas. Ahora que he crecido encontré respuestas a muchas de esas preguntas. Arreglar la casa es importante porque no es en absoluto placentero vivir en medio del desorden y el desaseo (Aunque para muchos ésto es cuestionable), hacer las tareas de la escuela me permitiría afianzar los conocimientos adquiridos en el salón de clases y a su vez contribuiría a forjar mi futuro como profesional. El hecho aquí es que no recuerdo nunca que haber hecho las tareas de la escuela o arreglar la casa fuera placentero y siempre terminaba haciéndolas por obligación. Porque mis papás lo ordenaban y debía obedecerlos.

En éste momento agradezco que mis padres me hubieran enseñado todas esas cosas pero lo hubiera hecho mucho mas si en aquel entonces me hubieran dicho el ¿Por que? era importante hacerlas. Si entonces hubiera sabido el ¿por que? con seguridad las habría hecho con mucho mas gusto y las habría disfrutado.

DISFRUTE. Esa es la palabra en torno a la cual debe girar lo que hace cada persona. Porque la felicidad no es un fin sino un camino. Hoy me siento feliz por haber conseguido cada logro pero el camino en mucho momentos no fue tan placentero.

Hoy tengo un hijo que tiene 3 años, llevarlo por el camino que considero correcto es cada día un reto fascinante y aunque algunas veces no lo logro, trato de justificar con un ¿Por que? cada cosa que debe hacer. Es impresionante ver la reacción de jerónimo ante una orden impuesta y su reacción  cuando le doy un ¿Por que?. Cuando le impongo simplemente no lo hace o lo hace llorando, cuando le doy un ¿por que? lo hace feliz y con gusto.

Si funciona en un niño ¿Por que no habría de funcionar con nosotros?. Cuando nos damos cuenta del aporte de nuestro trabajo a un fin mayor lo hacemos mucho mas motivados y lo mejor es que no simplemente trabajamos sino que aportamos al logro de esa gran meta de equipo (!Que diferencia!).

Cada individuo, desde aquel que realiza la labor mas básica hasta el que hace lo mas elaborado y exigente aporta al logro de un gran objetivo. ¿Creen que la persona que arregla cada semana la oficina para que esté limpia, se siente motivada y feliz de hacerlo?. Probablemente NO, pero si le decimos que con lo que hace permite que grandes proyectos salgan adelante con seguridad va a trabajar Feliz. Porque no estaría barriendo y trapeando. Estaría preparando un espacio para que el conocimiento y las ideas fluyan con facilidad y por ende estaría haciendo parte del logro de completar ese gran proyecto.

Los ¿Por que? nos mueven , nos inspiran, le dan sentido a lo que hacemos y cuando lo que hacemos lo orientamos a lograr algo simplemente trabajamos felices, nos sentimos afortunados de poder hacerlo y somos...

                                                                     IMPARABLES.