La calidad no es negociable
La calidad hace parte de esas cosas que simplemente percibimos pero que difícilmente sabemos definir. Podríamos decir que un producto es de calidad cuando satisface nuestras necesidades en el momento justo. No existen puntos medios. La calidad va mas allá de lo tangible y como en las relaciones humanas la primera impresión es la que cuenta. Nunca hay una segunda oportunidad para entregar un producto de calidad.
En el ámbito de la gerencia de proyectos existe una ley muy conocida llamada la Triple restricción. Esta plantea que todo proyecto gira en torno a tres variables: El alcance, el tiempo y el costo. Un cambio en cualquiera de ellas afectará a las otras dos y afectará también a la calidad. Calidad es entregar un producto con el alcance definido, en el tiempo acordado y con el presupuesto pactado. De cara al consumidor esto siempre va a ser percibido de tal manera independientemente de nuestra excusas o justificaciones para no hacerlo.
- ¿Acaso creen que quien compra un producto se sentirá feliz ante la promesa de un conjunto de funcionalidades que no se le entregaron en su totalidad?
- ¿Acaso creen que quien acuerda un precio de compra se sentirá satisfecho si le cobramos mas de lo pactado al inicio?
- ¿Acaso creen que el consumidor se sentirá tranquilo cuando le incumplimos la promesa de entrega del producto?
Un cambio en cualquiera de las variables debe ser previamente acordado y negociado con el consumidor. Un producto de mala calidad genera desconfianza y por lo tanto deserción. Nadie querrá usarlo. Se trata tan solo de sentido común.
La calidad es el punto en el cual se ve finalmente reflejado el trabajo de todo un equipo. Evidentemente entregar un producto de calidad no es responsabilidad de una sola persona
Y si la calidad es tan importante entonces ¿por que la negociamos?
Cuando un proyecto tiene limitaciones de presupuesto o de tiempo una de las frases mas comunes es: "¿Por que no reducimos el tiempo de pruebas?". Las consecuencias se harán esperar pero llegarán tarde o temprano.
Los productos de software aumentan su complejidad proporcionalmente al doble de su alcance y por lo tanto corregir un problema al inicio será mucho menos costoso que hacerlo en una etapa avanzada del proyecto.
La calidad nunca debe ser negociable, esta siempre deberá permanecer implícita en cualquier actividad que realicemos y aunque su aseguramiento dependa del área de SQA, es responsabilidad de todos velar porque se dé.
Tengamos imaginación. Existen otras formas de optimizar el costo y el tiempo del proyecto (Pruebas automatizadas, automatización de procesos manuales y repetitivos, buenas practicas de diseño y desarrollo de software). He visto a muchos proyectos fracasar o terminar finalmente con un overhead impresionante debido a la falta de calidad en la entrega del producto. ¡Aprendamos de nuestros errores!.
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